Mayoritariamente tenemos la grata suerte de ver las 24h del día. Más o menos extensas siguen siendo 24 y de esas 24 disponemos y/o dedicamos un tiempo concreto a observar-mirar. Puede ser un gozo o caer en un pozo. La identidad social se refuerza a través de la imagen de nosotros mismos que vemos proyectada en los demás, eso nos hace sentir que formamos parte de algo y sentirnos protegidos. Pero, como resolver la percepción de nuestra identidad individual (la que nos abre el camino para ser más persona y menos individuo)? Nos es de ayuda hacia dónde nos han enseñado que debemos mirar? Cual es el marco y la dimensión del margen del que disponemos para ampliar nuestra visión de las cosas y salir de lo estandarizado? Existe ese margen de libertad? Quizás podríamos probar el mirar hacía dónde no deberiamos ver o cuestionarnos lo que estamos viendo para observarlo mejor y evitar la hipocresia o falsa inocencia de ver pero no mirar aquello que no nos gusta para estar más tranquilos. No me tranquiliza ver, me inquieta no poder o no saber ver más allá por que alguien/algo me impide disponer de las suficientes herramientas o medios para hacerlo. Llevo gafas, si, pero lo que tengo delante muchas veces necesita y reclama un foco extremadamente sensible para que su grito de ayuda reciba una atención. Podemos salvar el mundo? Me acerco más a los que implicados, comprometidos o simpatizantes piensan que aún es posible hacer algo que a los que vendidos ante unas ideas disfrazadas de principios calman su seguridad en la sociedad mirando a otro lado. Cada día se nos escapan cosas y teniendo acceso a ellas podrían quedar un poco más atendidas aún sin estar resueltas. No olvidemos que si "queremos" dedicar un poquito de nuestro valioso tiempo, podemos mirar más y apaziguar el grito desesperado de lo que nos rodea y aprender de ello.