Skate Circus
Después de un fin de semana de despedida de soltera las vistas de las ya más solitarias playas de Tarragona me indicaban que estaba llegando a mi destino, bajé del tren y a 50 metros de mi algo atrajo mi atención e hizo que decidiera alejarme de la gente que esperaba encontrarse con alguien o simplemente tomar un taxi hasta su casa para iniciar una de mis pequeñas aventuras.
Miré a mi alrededor y decidí que debía entrar en el recinte firal hasta que mi hermana viniera a por mi y dedicarme un rato a observar y mirar lo que me regalaba su interior. Mi mano acarició con fuerza la camara de fotos del bolsillo deseando disparar lo antes posible. Sólo me pedían 3 euros por lo que intuía iba a ser un buen espectáculo.
El Skate me gusta, hermano del snow con el que tanto he convivido en mis montañas de Andorra. Me interesa todo lo que me acerque a la sensación de notar que te mueves sin tener los pies en el suelo, como montar en monopatín. No tengo trucos de skate (ya sean solos o encadenados) para exhibir pero a menudo sin que nadie se dé cuenta me subo en una tabla y patino como y donde quiero, es como si el mundo fuera más abierto y permitiera que decidieramos como queremos vivir nuestras experiencias.
Tenía a mi alcance ver las clasificaciones, escuchar Hip-Hop, presenciar exhibiciones de Brake Dance, notar como el gas que se desprendre de los frascos para hacer Graffiti me acercaba a su autor para oler mejor su obra, ver ropa diferente a la que estamos acostumbrados, seguir la exposición de fotos pasando por la zona Chill Out...y me quedé un rato.
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