Muelas & Medicins & Wine

Albert (et prometo que no puc amb Nil) me gusta verte bien y saber que "todo" a tu alrededor funciona porque le sonries a la vida. Te agradezco que vinieras a Tarragona y dejaras que te cuidara un poco aunque la que acabó necesitando cuidados fui yo. No me ayudaste a recuperar el juicio después que me sacaran 2 muelas pero me hiciste reir un rato mientras nos poníamos al día. Juro, pero, por mis otras 2 muelas encarceladas en mi boca que quien me acerque vino a partir de ahora se expone a un indeseable tortazo. Agotada de una agenda repleta de medicamentos postoperatorio me olvidé de los efectos de la mezcla y sin entrar en detalles sólo diré que llegué a sufrir por mis órganos. Tampoco era la primera vez que descubría que mi madre es una santa, y como si le sobraran horas de sueño al llega a casa como un pañuelo me acompañó en el trance de lloros y risas como si protagonizara una borrachera de adolescente.

Te echo de menos, ya lo sabes!

Con los ojos cerrados y sin duda alguna te considero uno de mis mejores amigos, ya me lo has demostrado y nuestros pasos se entrelazan generosos.

Creo en ti porque me ayudas a creer en mi misma y crecer, porque me cuidas cuando desanimada bajo la cabeza y me animas cuando recuperada la levanto de nuevo, porque aunque para salir todo el mundo es bueno, las farras contigo son codo con codo y tienen otro sabor.

Creo en ti porque también has dejado que te vea en la cresta de la ola, comiendote el mundo, caer pero luego saber sonreirle a las cosas.

Tus "churris" y mis "bollikaos" no entienden nuestro mundo lleno de abrazos pero el día que no dejes que me cuelgue de tu cuello será porque no estas.

Una buena manta, una sopa o un pedacito de chocolate han podido con todo, ahora en la distancia me toca saber cuidarte.

Te echo de menos, ya lo sabes!