Ingravitto

que el maquillaje no apague tu risa, que el calendario no venga con prisas, que no te compren por menos de nada, que no te vendan amor sin espinas, que no te duerman con cuentos de hadas, que el fin del mundo te pille bailando, que todas la noches sean noches de bodas, que no se ponga la luna de miel...

01 noviembre 2007

Hace ya unos días estuve en el cementerio de Valls y en el de Sabadell, este último impersonal, de arquitectura industrial similar al patrón de bloques de apartamentos turísticos a pie de playa de los años 70. Cuando la política de las viviendas se basaba en cuantos más quepan mejor. Primero acompañé a mi abuela porque se acercaba el día de "todos" los santos y necesitaba que alguien la ayudará a arreglar cosas y para ello hacía falta subirse a una escalera, me tocó a mi....y después porque se murió la abuela de una buena amiga y fui al entierro.
Hacía muchísimos años que no pisaba un cementerio, me sentía un poco rara la verdad, caminaba en medio de la "nada" (para mi) sin dejar de observar como para algunos parecía que media vida había quedado encerrada en ese sitio. Me sentí lejos de ese sentimiento pero empecé a pensar y pensar...reconozco que actualmente en la sociedad la muerte sigue siendo un tabú y no está naturalizada. Quizás el principal problema es que nos parece distante, lejos de nosotros y más porque nos es desconocido. Muchas de las "llaves" en el momento de resolver este tipo de dudas la encuentro en la Educación, en la responsabilidad social de fomentar actitudes y comportamientos a adoptar ante situaciones como la muerte. Dentro del nucleo familiar es un tema del que no se habla directamente y del que tampoco se participa cuando uno es pequeño. La primera muerte con la que me enfrenté fue la de mi abuelo materno, recuerdo perfectamente todo lo que pasaba a mi alrededor, los "pequeños" nos quedamos en una habitación dibujando mientras a nuestro alrededor el llanto y la tristeza lo cubría todo, no participé de ese llanto sólo compartido por los adultos pero de alguna manera estaba allí y también lo viví, que pasa con eso? alguien se olvidó de pensar que los niños también viven lo que les pasa a los adultos aunque sea de otra manera, sin apenas notar que estan ahí.
Pero además de la educación el estilo de vida occidental contemporaneo también ha modificado la percepción de la muerte y su papel dentro de la sociedad. En las grandes ciudades, donde habita la mayor parte de la población, la muerte ya no se vive por un grupo social sino únicamente por un círculo pequeño de componentes, la muerte queda escondida, aunque por otro lado, los hombres siempre se han bolcado en la muerte de los demás hasta el punto de convertirla en un hecho y acto social, odio que se exploten los sentimientos. Parece contradictorio verdad? Muchas civilizaciones admitían y contemplaban la muerte sin sobresaltos, alejada de la tragédia propia de Occidente.
Pero aún hoy la muerte no nos es cotidiana, además entra en juego el concepto de soledad. La hospitalización o vivir en un geriátrico, fenómeno muy frecuente hoy por hoy, es una primera etapa de la separación entre el enfermo/anciano y sus familiares, si no lo vemos no lo sufrimos? además la intervención de los exitosos aparatos técnicos privan al individuo del derecho a enfrentarse a la muerte como cada uno quiera, donde queda la intimidad? La muerte es el aspecto más cultural del hombre porque a partir del momento en que entierra a sus muertos es consciente de una completa diferencia con el mundo animal. Hay diferencias pero a veces los hombres no nos diferenciamos tanto de los animales y lo digo porque me viene a la memoria cuando no se da auxilio a un herido después de un accidente y que puede desencadenar una muerte, nadie quiere responsabilidad alguna por lo que en muchos casos se huye, también pienso en el derecho adquirido libremente por algunos para decidir el momento en que otra persona debe morir y puedes dejarla vivir.

Nosotros cavamos nuestras propias fosas sin derramar una lágrima.

"Sólo cuando se haya cortado el último árbol, sólo cuando el último río haya muerto envenenado, sólo cuando se haya pescado el último pez, sólo entonces verás que el dinero no se puede comer..." proverbio indio

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Nena, me ha parecido impactante el reportage y la vision de estas fotos en el blog... ufff ... que extraño ver esto tan triste en tu blog que es tan alegre!!

jueves, noviembre 22, 2007 10:56:00 p. m.  
Blogger Ros said...

a ver si firmamos que no sé quien eres ;).........lo que he escrito no lo veo como triste la verdad, supongo que eso es lo que nos despierta a todos solo pensar en ello pero hay gente que muere con una bonita sonrisa en los labios también.
besitos

viernes, noviembre 23, 2007 12:27:00 a. m.  

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