Chicles de bola
Los viernes son un buen día, tienen algo especial. Por un lado representa el final de una semana (más o menos agotadora) y se supone la posibilidad de descansar para desprenderse del cansancio acumulado, pero por otro lado representa el inico del fin de semana, que para mí es igual a unas vacaciones. Este viernes hice un viaje con Nadia, comimos en la plaza dels Sedassos de Tarragona (la más fotografiada por ser una de las imágenes más populares del casco antiguo. El mural que Carles Arola pintó en 1995 imita una fachada típica del s. XIX, con personajes tradicionales y balcones abiertos llenos de flores). Hacía un día de pleno verano (finales de agosto? va en serio?) cuando el sol empieza a despistarnos con sus caprichos. Luego fuímos a su tienda "Naif" y mientras seguíamos hablando y hablando y hablando me regaló uno de esos chicles de bola, tan grande que parece que no vaya a caberte en la boca pero que al tenerlo empieza a ablandarse hasta convertirse en una gustosa goma de sabor. La tarde dió para mucho porque abrímos una nueva ventana al mundo creando su propio blog.
Señoras y señores les presentamos:
ta chan!!!!!!
Mientras hacíamos el blog el reloj se tomó un largo descanso y nos dejó a nuestro aire, sin prisas. Fué un viaje con sabor a chicle de fresa, lo disfrutamos porque cuando la vida te da estos momentos y te sonríe hay que saber devolverle esa misma sonrisa pero con un guiño.
"No hay que medir la vida por las veces que respiramos sino por los instantes que nos dejan sin aliento"
2 Comments:
Ostres m'ha encantat aquesta frase sobre la vida!!!
no és meva evidentment però son frases d'aquelles que te les emportes allà on la vida et dugui, petons sister!!
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