Ingravitto

que el maquillaje no apague tu risa, que el calendario no venga con prisas, que no te compren por menos de nada, que no te vendan amor sin espinas, que no te duerman con cuentos de hadas, que el fin del mundo te pille bailando, que todas la noches sean noches de bodas, que no se ponga la luna de miel...

21 agosto 2008

me comí el caramelo de la felicidad un ratito, que bueno!!!!
Ante un revolucionado pero ya casi finalizado mes de agosto he sentido la necesidad de "posicionarme" ante dos claras posibilidades: ahogarme y dejarme llevar por la corriente o nadar e intentar salir a flote. No soy de las que me rindo fácil, es más ... diría que no me rindo, así que viendo esta dulce peli me comí el caramelo de la felicidad un ratito y lo saboreé. Sentí uno de esos pequeños placeres que igual como llegan se van, pero aún y viendo como se escapan de las manos y conociendo su caducidad te dejan un buen sabor de boca y una picara sonrisa en los labios.







No sólo me inquietaba ver esta peli por su divertida historia sinó porque Meryl Streep me parece un "monstruo" del cine, una de las grandes vaya. La ví en "Manhattan" (1979) de Woody Allen justo cuando en la facultad de audiovisuales nos empezaban a formular preguntas sobre el discurso cinematográfico, luego la ví sumergida en el drama matrimonial que protagonizó en "Kramer contra Kramer" (1979), inevitable es también hablar de "Memorias de África" (1985) o "La casa de los espíritus" (1993), aunque la peli en la cual decidí convertirme en su incondicional fué "Los puentes de Madison" (1995). Lloré y suspiré mucho viéndola interpretar esa ama de casa que después de años se descubre a sí misma dejándose llevar por muchas de las pasiones e ilusiones aún sin cumplir. Hay una crítica de cine, Cristina Gómez, que hace referencia al ensayo de Chale Nafus donde habla sobre los puentes en el cine. El autor ayuda a que nos percatemos que es una de las obras civiles más utilizadas en el séptimo arte y el mismo Nafus dice: "muy pocas veces el personaje de una película cruza un puente sólo para llegar al otro lado. El paso por el puente suele significar algún tipo de cambio; la transición a una nueva fase vital, la conexión con una persona nueva, o la confrontación con el peligro e incluso la muerte". Me he dado cuenta que estoy cruzando muchos puentes últimamente, a veces soy consciente..... otras no tanto ...pero por ahí ando, siento que quiero cruzar todos los puentes que pueda y después de ese agotador pero iluminado viaje encontrarme con mi gente, los que siempre estáis ahí para regalarme un abrazo.
También recuerdo con especial cariño al personaje que interpretó Streep en "Los puentes de Madison" porque en aquel entonces yo tenía 19 añitos y conocía el amor a mi manera y su interpretación fué como un guiño mientras se me encendían chispitas, la peli me acercó a la sensación de tener la carne de gallina subiéndote por la espalda cuando la mano de quien amas roza levemente tu mejilla, o los nervios que te llevan a comprarte un vestido nuevo para esa primera cita.
Mamma mía............tengo un subidón de amor!! me comeré un caramelo.

1 Comments:

Blogger Cris Marti said...

A mi també em va encantar , desde la música i la lletra que encaixaven perfectament a cada escena , fins al lloc , les robes , la casa, la platja...
Una passada, ens ho vam passar molt bé!!!

Però es una peli per a nenes, eh!

jueves, agosto 28, 2008 10:32:00 a. m.  

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