me escapé

En algunos deportes, como el ciclismo, escaparse es cuando uno o varios corredores se distancian del resto y logrando una cierta distancia de ventaja. Este fin de semana me escapé a Andorra y en mi caso no ha supuesto coger ventaja respecto a nada ni a nadie, pero si que ha significado distanciarme un poco del día a día y cuidar un poco más mi espíritu, esa parte inmaterial del ser humano capaz de entender, querer y sentir.

Siento que en Andorra hay aún una parte de mi, ahora cuando voy estoy medio inquieta porque quiero seguir estando sin estar del todo, no puedo olvidarme de esos amigos con los que crecí y al final de todo esto....................sonreir.

Sábado: comida en casa de Marta, tiene piso nuevo y está recontenta, por la tarde café larguísimo con Núria M., hacía demasiado que no nos veíamos no? luego un rato con Izaskun, como le crece el pelo por Dios. Cena con Sandy, Ignasi y Marta en Vertical Límit Cafè de Ordino, una creperia tradicional francesa con una sidra buenísima, además en estas ocasiones nunca falta un cálido pêche de vigne, verdad? Dormí felizmente en un colchón de lana en casa de Sandy&Ignasi, también estaban los inseparables Gos y Marple.

Domingo: Desayuno con Judith C. y su niño, que guapo y simpático es, ha salido a la madre, luego comida con Meri en el Hospital (rizos de chocolate ;) sigue estando en recepción los fines de semana, no os asusteis) y finalmente un largo café con Juanma, ese cordobés con un corazón enorme......no sé..........volví feliz, el tiempo pasa pero si las ilusiones se comparten, los temores son más llevaderos.