CONCHAS DEL ATLÁNTICO 1/2

Después de nacer y pasar toda la vida en el Mediterráneo, la sensanción de acercarme al Atlántico me atraía enormemente; no por la gran cadena montañosa submarina que lo atraviesa de norte a sur sinó por la posibilidad de estar un poco más cerca de América de nuevo. Quizás podría resumirlo como la agradable sensanción que supone alejarse un poco de todo, llamémosle hoy América, porque no?

La oportunidad me la brindaban Gemma y Gerard como grandes amfitriones y Christian y Anita como cómplices de esta aventura, sanos amigos todos en conclusión. El plan era irnos, desintoxicarnos y revelarnos contra un estrés más propio de los mercenarios que a modo de escudo defienden los intereses de los que quieren que incluso parezca saludable. También queríamos defendernos del caldo de cultivo al que nos exponemos día tras día desde que tenemos que oír cada día que estamos sumidos en una profunda crisis, donde está algun mensaje de aliento? qué pasa con las ilusiones y los sueños? tenemos derecho a sonreir también no? El viaje fué muy entretenido, paradita en Sabiñánigo, suma y sigue...llegamos un poco tarde, algo cansados aunque Gerard (conducía él) no se quejó en ningún momento, chapó nen!! el tema fué que el Coll y Túnel de Somport estaban cerrados por la nieve pero aún y así cuando llegamos cenamos una tortilla de patatas o más bien patatas con huevo by Christian mientras Ana y Cedric mostraban toda la ilsuión por reencontrarse con sus primos Gerard y Christian.

Sábado 14 Gerard se encargó de ir a buscar los típicos croissants franceses con mantequilla para desayunar y de este modo cogimos fuerzas para visitar el tradicional mercado de los sábados en DAX donde encontrar gran variedad de quesos, confit de pato y derivaciones como patés etc., ostras, panes elaboradísimos, creppes, comidas con ricos sabores del mundo, sales aromatizadas.... Dax está emplazada a medio camino entre Bayona y Mont-de-Marsan, destacan las extensas colinas y las suaves ondulaciones cubiertas de pinos, muchos de ellos totalmente destrozados ahora por el vendaval que también castigó a España. Gemma tenía un secreto, uno de los tantos que esconde ;) y quiso compartirlo con todos, conocía un lugar dónde el chocolate rebosaba y abundaba, un paraíso para mí.....una vez dentro nos convertimos en niños por un rato hasta que sonó la campana que nos avisaba que el patio había finalizado.

Después que Gerard y Christian nos hablaran tanto de su abuela, por fin conocimos a Mamí, así es como la llaman, es la jefa vaya!! Estaba empeñada en que Ana y yo también eramos bailarinas como Gemma, hasta que al final empezó a entender que eramos amigas al margen que cada una "baila" con su estilo propio. La casa era generosamente confortable, donde no necesitas encender la tele (cosa que aprecio mucho desde hace tiempo), era un espacio de reposo, reencuentro, sosiego, sin relojes ni prisas, un pequeño oasi. Después la agradable charla con Mamí dimos un largo paseo por toda la propiedad, su rebosante bosque nos abrazó en silencio hasta que oscureció y sonó de nuevo la campana, esta vez era para cenar, pronto.........como hacen los franceses.

La tía de Gerard y Christian nos preparó una mariscada para chuparse los dedos, también había ostras, de segundo fondue de carne y como postre tarta de chocolate; el vino de Bourdeux tampoco faltó y con la tontería nos costó acostarnos ;) estábamos sumidos en un agradable ambiente, también hubo guitarra y cante gracias a Christian ;) ese flamenquiyo y oleeeeeé