Morir de éxito

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Apostar por el circo no es fácil, para los profesionales del sector muchas veces no llega ni a ser rendible, pero desde que el mundo del circo se instaló en nuestras vidas nunca ha dejado de estar entre nosotros y tampoco somos más ricos de lo que éramos en otra vida, así que larga vida al circo!!!

Su mágia ha ido pasando de generación en generación a través de formas y manifestaciones muy distintas y hoy día ya son muchos los que arriesgan (física y artísticamente hablando) explorando o experimentando para conseguir que la fusión entre el teatro, el circo y la danza llegue a un público más o menos entendido en la técnica pero experto en sensaciones.

Estos días, Reus ha sido de nuevo la capital de la Feria del Circo de Cataluña, pero esta gran oportunidad para el circo puede morir de éxito si no se toman algunas medidas para evitar la masificación del público, un público cada vez más ansioso por verlo todo, por estar en todos los sitios a la vez, resultado inevitable de la cultura de la immediatez.

Uno de los espectáculos que me resulta más interesante es el que ofrecen las escuelas de circo más representativas del panorama mundial; esta vez tocó la visita de la reconocida Carampa, Rogelio Rivel o la francesa Châtellerault. Cada año las jóvenes promesas del circo se bañan sin queja alguna bajo el caluroso sol que castiga a artistas y espectadores a las 4 de la tarde pero siempre arrancan los aplausos de los que nunca fallamos para animarles.

Espectáculos itinerantes llenando plazas y calles, carcajadas y risas por rincones y esquinas....y muchas ganas de ellas; malabares y trapezistas sin prisas, todos, también Judith y yo, estábamos ahí para tener las mejores vistas, vistas a un patio sin butacas, vistas a un mundo que suspira y sonríe....eso, sin más; los lunes ya toca madrugar y volver a la realidad, este fin de semana en Reus todos estábamos de vacaciones y como tales tocó exprimirlas y tomarse un zumo .....de energía.