Huevos sorpresa con trampa

Siempre me ha gustado el chocolate, pero quizás porque de entre todas sus posibilidades únicamente me quedo con el negro y excluyo el blanco o con leche, el abanico de sabores se cierra más en mi caso. Lo reconozco, con el tiempo me he convertido en alguien mucho más exigente, saboreo más las cosas, ya no todo me vale pero pasa que cuanto más chocolate como más me gusta, que me encanta vaya…..pero voy más allá, no soy tan canalla….. he descubierto que el chocolate está siempre ahí, siempre hay un trozo... para mi, para ti... a veces lo busco otras se me presenta en bandeja y no lo cojo, que sé yo... el chocolate es así.

Reconozco que el envase en el que se presenta para mi cuenta, aunque estoy empezando a cambiar un poco en eso y fijarme menos en la parte más superficial de la historia. Pero si el envoltorio gusta, no nos engañemos, caes facilmente en la trampa y de repente se generan grandes expectativas por la sorpresa que lleva dentro, que en el fondo del fondo es lo que más me interesa. Normalmente ese huevo contiene muñecos o figuras de plástico o metal, también hay rompecabezas, historias sin pies ni cabeza, fantasmas del pasado, coches en miniatura o trucos de magia y la pregunta que se me plantea es siempre la misma: me vale? es lo que busco? es lo que quiero o me sirve sólo para un rato? no quiero perder el tiempo, pasarlo mal, sentir frio...extrañar un abrazo.
En realidad, quiero, valoro y por descontado necesito encontrar más que un huevo sorpresa, los packs de tres o más unidades, que es lo mismo que tener la oportunidad de descubrir esa sorpresa en varias fases, por que? pues porque es cuando suele incluir una figurita pintada a mano, algo mucho más trabajado, más de corazón, lo prefiero aunque a veces sólo sea enmascaralo. La lástima es que de momento solo he encontrado los que tienen una limitación temporal, quiero decir caducidad, porque al final su pintura también se cae.... es cuando me quedo triste porque en realidad esa sorpresa me gustaba, pero no era real y entonces me pasa que ya no sé si quiero más chocolate.

Quiero sincerarme, lo haré... estoy en un momento delicado porque entre la figurita y el chocolate, quiero las dos pero puestos a escoger me interesa más la figurita que el propio chocolate; porque ya sé lo que es, ya lo he tenido y lo tengo, porque esa especie de capsula amarilla inter espacial que sale de dentro del chocolate es toda una explosión de ilusiones y esperanza; esperanza por encontrar algún maravilloso chisme para trastear y acabar viviendo una gran aventura juntos.

Llevo ya mucho tiempo, demasiado, coleccionando figuritas, de todo tipo….las he ido guardando juntas en un armario..... sigo esperando que el juguetito que vendrá mañana valga más que el chocolate, deseo que sea más dulce y menos amargo... sequiré siendo un poco romántica e intentaré no caer en la trampa.