Cada día...
cuando empieza mi jornada laboral y bajo literalmente de la montaña a la ciudad se suceden y repiten las mismas cosas, eso a lo que llamamos rutina?
8h20: Busco (y por suerte cada día encuentro) una plaza de aparcamiento en la línia de cotxes de la zona azul delante del Andorra 2000. Mientras cojo el tiquet pasa por mi lado un chico flaco de chaqueta amarillo oscuro que "medioandando-medioasaltos" saca a pasear su también flaco perro recorriendo la manzana de la zona siempre en el mismo sentido. Nos intercambiamos una mirada y cuando ya se acerca el fin de semana (como hoy) también aparece en su rostro una ligera sonrisa.
8h27: Subo a la redacción del Diari de Andorra, preparo y locuto el primer informativo del día (l’Andorra Matí) y justo cuando ya lo he acabado me dispongo a ir a buscar mi desayuno, para mi es cuando empieza el día realmente y lo empiezo así como si fuera de excursión.
9h30: Pido en la cafetería del Andorra 2000 que me preparen un bocata pequeño de atún mientras entro al super para comprar el zumo de naranja con soja. En la cafetería cada día hay 3 obreros, se nota quien es el jefe de los 3, quizás por la edad, los 2 jovencitos que le acompañan me hacen siempre la misma broma: “el zumo de naranja te espera en el pasillo tres niña, ya te guardamos el bocata” , les hago un guiño, me parecen simpáticos. En la sección de quesos está la chica portuguesa reorganizando los productos, pasa el chico del IPOD medio curvado por una mochila que intuyo muy pesada (que llevará?) y veo como también recoge un zumo, algún día probaré el que él toma.
9h40: El bocata de atún ya está preparado en la cafetería, pago y me voy. Subo a la redacción y me situo en mi mesa enfrente del ordenador; escucho a mis espaldas los pasos y el bastón de William, un anciano de 86 años, un veteranísimo del mundo de la radio de cuando existía Radio Andorra y se escuchaba en todo el mundo a través de los radioaficionados, creo que ha vivido unas cuantas guerras y aún viene a trabajar, algo increíble. William se acerca y me dice: “Buenos días radio” con su acento francés, me da un beso en la frente como si de su hija o nieta se tratara. Le dejo porque no tengo abuelo y eso me da una pequeña satisfacción. El día sigue..........
Esto ha sido desde el mes de enero y hasta día de hoy mi pequeña rutina por la mañana, ni la he buscado ni provocado, me la he encontrado.
Así que hoy, día en que me despido de este trabajo para empezar una nueva etapa en Andorra (aún me queda un poco), he dejado que por última vez todos los personajes de mi particular película me acompañen de nuevo pero he cambiado el orden, me he retrasado 5 minutos.
El chico del perro ya estaba recogiendo la ejem... del perro, la chica portuguesa ya estaba con los embutidos, el chico del IPOD estaba ya en caja (he descubierto que también se pilla un par de Donuts), los 3 obreros ya estaban pagando y William ya permanecía en su mesa pero levantó la mirada reclamando que fuera yo quien me acercara a su mesa para el beso cordial.
Mi último día en la redacción, a las 19h30 haré el último informativo y diré “fins aquí l’Andorra Vespre d’avui, els deixem ara amb la fòrmula musical, els informatius d’Andorra 7 Radio tornarem dilluns puntualment a les 9 del matí, fins llavors que tinguin un bon cap de setmana”. Lo que pasa es que el lunes ya no estaré, por ahora vacaciones el día 10 empiezo en mi nuevo trabajo.